¿Cuándo usar un desfibrilador?

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Explicación

El desfibrilador se usa cuando una persona ha sufrido una parada cardiorrespiratoria. Para saber si una persona ha sufrido una parada cardiorrespiratoria debemos seguir 2 pasos.

  1.  Abrir la vía aérea del paciente con la maniobra frente mentón.

  2.  Ver, oir y sentir la respiración.

    • Si el paciente respira le colocaremos en posición lateral de seguridad (PLS).

    • Si el paciente respira agonico o no respira, iniciaremos maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP).

La parada cardiorrespiratoria implica que el corazón y los pulmones han dejado de funcionar de forma efectiva. En esta situación, cada segundo cuenta. De acuerdo con las pautas de emergencia de organizaciones como la American Heart Association (AHA) o la Cruz Roja, el uso de un desfibrilador externo automatizado (DEA) en los primeros minutos tras la parada puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, ya que ayuda a restablecer un ritmo cardíaco funcional.

Además de los pasos mencionados (abrir vía aérea, comprobar respiración e iniciar RCP cuando sea necesario), es fundamental:

  • Llamar a los servicios de emergencia (por ejemplo, 112) tan pronto sea posible.

  • Buscar un DEA cercano en espacios como aeropuertos, centros comerciales o instalaciones deportivas.

  • Seguir las instrucciones de voz o pantalla del dispositivo. El DEA analizará el ritmo cardíaco y, si detecta que es conveniente una descarga, lo indicará claramente.

  • Mantener la calma y garantizar la seguridad del entorno para evitar riesgos (retirando objetos peligrosos o asegurándose de que la superficie no esté mojada).

Mientras se espera la llegada de los servicios de emergencia, es crucial continuar con las compresiones torácicas si la persona no respira o tiene respiración ineficaz (agónica). Incluso si no se tiene formación formal en primeros auxilios, la mayoría de los DEA están diseñados para proporcionar instrucciones paso a paso, lo que permite a cualquier testigo de la emergencia actuar de manera rápida y eficiente. Mantener la maniobra de RCP y seguir fielmente las indicaciones del desfibrilador aumenta notablemente las posibilidades de supervivencia.